¿A dónde se fue mi HE-MAN?

La vida más injusta e incompresible no puede ser, como es posible que por la inconsciencia de nuestra mente de niños impacientes y destructores hemos despilfarrado la fortuna de un futuro cercano, es muy cierta la frase de que “si el estiércol fuera dinero, los pobres nacerían sin trasero” (por censura no colocó, las palabras textuales).
Muchas veces nuestros padres nos decían “recojan sus juguetes y no los dañen”, pero que hacíamos se los tirábamos en la cara a nuestros hermanitos u primitos, los decapitábamos o agarrábamos una lupa en plena “pepa de sol” para torturar a los soldaditos que recogíamos de las piñatas, éramos las semillas de los eventuales Al Qaeda o Al Qaida, es decir los Bin Laden de aquella generación.
Era muy excitante esperar que nuestros padres nos dieran la mesada (¿eso se usa todavía?) para salir a la juguetería y comprar cuanto juguete había, especialmente los poderosos HE-MAN y los amos del universo, GI-JOE, los Thundercats y quizás un Vengador o Mazinger Z de turno, pero no para dejarlo en la repisa como un trofeo valioso, NO NADA DE ESO, sino para salir corriendo a presumir con el vecino (…) que si el mío tiene aquel arma, que el otro no vino con el lanza ácido (la imaginación es algo arrecha, que ácido, ni que nada, agua de colonia y de vaina), eran tiempos donde éramos felices y nadie lo sabía hasta que llegó la pubertad (después de allí la cosa tampoco fue tan mala, pero son muchas responsabilidades para este cuerpo desgastado).
Ahora que lo pienso pocos fueron los visionarios y dejaron intactas sus piezas, formando parte de una raza distinta y privilegiada, que fueron atacados despiadadamente con el calificativo de “mente pollos”, “Nerds”, “infantiles” y cuanto insulto arreciaba de las hormonas femeninas de las chicas populares y de los chicos Bullys que iban a tu casa hacer la tarea (o que se la hicieras). Esos Bill Gates de esa época si se supieron resolver y lo siguen haciendo.
Aunque eso de sacar la figura de su empaque y proceder a jugar era lo más calidad de la época (ya esta palabra no se usa verdad, estoy envejeciendo), pero no hubo una madre iluminada que te dijera no lo abras consérvalo hasta que el Mesías de Ebay/mercado libre (serán la misma persona) tenga a miles de seguidores deseosos por ofrecerte una fortuna por la figura de SKELETON u el Príncipe Adams, con su franelita rosa y su fiel amigo Kringer, desde pequeños nos estaban incitando a la metrosexualidad.
Fijándonos en esa faceta pienso y veo a todos esos carajos paveando con sus novia en el Sambil o cualquier mall con su chemise Lacoste rosadita, y me pregunto ¿Será que les quedó algo del Príncipe de Eternia en su psiquis?? Eso nunca lo sabré, pero de lo que si estoy seguro es que por no cuidar mis HE- MAN, GI JOE, Mazinger Z, y todas esas figuras que ahora son DE COLECCIÓN, he vagado como el propio Rorouni (vagabundo) buscando explicaciones de aquel sacrilegio de mocoso.
Ni hablar de los fuckings remates de juguetes donde te llevabas 2 por el precio de uno, porque ante la amenaza de los Power Ranger, ya no eran rentables -solían decir los dueños del negocio- entonces había que salir de esa mercancía a tiempo porque era un hueso. ¡¡¡Hueso mis bolsas colgantes!!!
El arrepentimiento es cada vez mayor, me torturo de solo imaginar en el dinero que hubiera estado en mis arcas, como aquellos que se han lucrado vendiendo la estrella de la muerte de Star Wars (primera edición), acúsenme de capitalista, pero cuan necesario es el dinero hoy en día (A donde se fue mi socialismo, será que estoy pasando al lado oscuro como un vil sith, hasta cuando la política)
Sin embargo me ha dado por comprar gashapones y blister de Naruto, Fullmetal Alchemist, Saint Seiya (caballeros del zodiaco para los criollos), Dragon Ball Z, entre otros, pero si alguien sabe del mal llamado Samurai X (Rouroni Kenshin para los versados) Infórmenme por favor… Pana Jofran hazme el milagro de encargarlo desde la tierra del Sol Naciente, si no han visitado su tienda, los invito http://eshops.mercadolibre.com.ve/ryoma+nagare/ valga la cuña.
De toda esta reflexión, me he convencido que si llegó a tener hijos le diré a la mamá que les compre los juguetes porque de los míos no les prestaré ni uno, porque no tropezaré con la misma piedra…. Y si es posible se les compra dos del mismo modelo que diga expresamente (edición limitada) para quedarme con parte del botín.
Como aquellos relatos de padres infieles que adquirían dos neveras y juegos de cuartos, y hasta la bata maternal del mismo modelo, para darle una cada una a su respectiva mujer y no meter la pata hasta el fondo.
Pero pasando al tema que me corresponde en esta oportunidad, no me sorprendió que la empresa Mattel tratar de revivir de forma fallida las figuras de HE-MAN, pero el encanto desapareció, no vale la pena coleccionar una especie de Ken con un cóctel de esteroides y hormonas del crecimiento inyectados sobre su piel, definitivamente los clásicos seguirán siendo clásicos y las figuras de acción del pasado siguen teniendo su enganche, por eso desde lo más sombrío de mi bolsillo y lo más humillante de mi infancia grito a los cuatro vientos: “que alguien me devuelva mi muñequito de HE-MAN”, eso si para venderlo por E BAY.

Cochina envidia
Hasta una nueva digestión mis tomodachis, les saluda desde el gran trono su pana el Kenshin Uzumaki “el hitorikiri de Konoha”